Que el consumo de benzodiacepinas o ansiolíticos tiene un sesgo de género es un hecho. Se trata de un consumo extendido, tolerado por el entorno, y sobre todo, INVISIBLE. Que esconde en la mayoría de los casos una sobrecarga por los roles de cuidado y conciliación entre el plano familiar y laboral, Violencia de Género, etc. Resumiendo: ¡Estamos hartas!
Y es hora de hablar, café en mano.
Os esperamos el día 30 de mayo, a las 18:30 h.